UNA PROMESA PARA TI
Honra a tu padre y a tu madre´ ese es el primer mandamiento que contiene una promesa. Efesios 6:2
“Si alguien tiene un hijo desobediente y rebelde, que no hace caso de lo que le dicen sus padres, y que ni siquiera cuando lo castigan los obedece, sus padres deberán llevarlo ante el tribunal de los ancianos de la ciudad, y decirles: ‘Nuestro hijo es desobediente y rebelde; no nos obedece en nada, es un pervertido y un borracho’. Entonces todos los hombres de la ciudad lo matarán a pedradas” (Deuteronomio 21:18-21).
Aunque a primera vista esta ordenanza podría parecernos muy arbitraria, déjame darte una de las razones por las que la violación de ese mandato ameritaba una condena tan severa. En primer lugar: faltar al respeto a los padres implicaba deshonrar a Dios, puesto que él fue quien ordenó que cada hijo debía honrar a sus progenitores (Éxodo 20:12). Por tanto, tal transgresión suponía la comisión de blasfemia contra su Padre celestial y ese pecado demandaba la lapidación (Levítico 24:16).
Hace algunos años John McCaslin publicó un artículo en el Washington Times en el que narra un incidente que tuvo lugar cuando George Bush -en aquel entonces presidente de los Estados Unidos- visitó a sus padres. El mandatario se levantó temprano y se sentó a compartir con la familia. Cuando la conversación se había tornado bastante amena, el presidente subió los pies sobre el sofá. Indignada por semejante acción, su madre, Barbara Bush, le ordenó que bajara de inmediato los pies del sillón. Su padre, el expresidente George Bush, miró a la señora y le dijo: “Por Dios, Barbara, él es el presidente de los Estados Unidos”. Entonces doña Barbara respondió: “No me importa que sea el presidente, tiene que bajar sus pies ahora mismo”. El presidente sonrió y solo atinó a decir: “Bueno, incluso los presidentes tienen que obedecer a su madre”.
Aunque en estos tiempos nadie es apedreado por rebelarse contra sus padres, todos tenemos el solemne deber de amarlos y respetarlos. Y hay una buena razón para hacerlo. Este es el único mandamiento que contiene una promesa: “Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra” (Exodo 20:12). Esa promesa es para ti.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco
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